Los ojos constituyen una de las zonas del rostro que más atención atrae, y es que a través de ellos se puede expresar sentimientos y emociones.
Es por ello que uno de los principales objetivos en maquillaje profesional es conseguir obtener el mayor rendimiento de los ojos, potenciando la mirada y haciendo de los ojos el elemento fundamental del rostro.
Para ello existen infinidad de técnicas, como las que se aplican mediante el uso de productos de maquillaje profesional, pero para poder llevarlas a cabo es necesario un estudio previo y exhaustivo de las características morfológicas del ojo, imprescindible para poder potenciar todo su atractivo.
Corrección del ojo
Para estudiar y corregir los ojos es importante partir de un modelo estándar que sirva de base. Es lo que se conoce comúnmente como ojos equilibrados.
Los ojos equilibrados son aquellos que cuentan con una serie de características concretas:
– Respecto a su situación horizontal en el rostro, el extremo externo del ojo debe ser ligeramente ascendente.
– La separación ideal entre los ojos es la que equivale a la longitud de un ojo, aproximadamente.
– La distancia desde el borde del párpado móvil a la parte media inferior de las cejas debe medir, aproximadamente, lo mismo que el iris.
En base a estas apreciaciones podemos pasar a realizar el estudio morfológico de los ojos.
Estudio morfológico
El estudio de la morfología de los ojos debe hacerse tanto de frente como de perfil.
Para realizar un estudio desde el plano frontal hay que observar la distancia a la ceja, las líneas de los ojos, su tamaño, su forma, la separación entre los ojos y la forma del párpado.
En primer lugar, es importante analizar la distancia entre la ceja y el borde del párpado móvil, que debe tener el mismo tamaño que el diámetro del iris, aproximadamente.
Si la distancia entre la ceja y el borde del párpado móvil no está equilibrada y los ojos están demasiado juntos o separados, habrá que realizar correcciones.
Es imprescindible recordar que la distancia ideal entre los dos ojos es la medida de uno de ellos.
Una vez realizado el estudio, pasamos a idear y ejecutar las diferentes correcciones pertinentes, aunque hay que tener en cuenta que dichas correcciones no deben modificar en exceso su forma natural.
Las modificaciones deben mejorar su línea, su forma y su expresión, teniendo en cuenta el estilo de maquillaje y el conjunto de los demás elementos del rostro.
Además, también se deben considerar los efectos del color, sabiendo que los colores oscuros proporcionan profundidad a la mirada, mientras que los claros otorgan volumen.
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Clasificación de los ojos
Los ojos, al igual que las cejas y los labios, cuentan con una amplia clasificación debido a sus múltiples posibilidades. Y es que los ojos pueden tener diferentes formas, tamaños y direcciones.
Además, también hay que tener en cuenta la distancia entre ellos, así como la relación con las cejas, elementos que constituyen otro factor de clasificación de los ojos.
De esta forma, los ojos pueden ser, según diferentes criterios, clasificados en distintas categorías.
– Forma: almendrados o redondos.
– Tamaño: grandes o pequeños.
– Dirección: ascendente, descendente u horizontales.
– Situación de la cuenca: globuloso o hundidos.
– Distancia de los ojos: juntos o separados.
– Párpados: con bolsa en el inferior o caídos.
Recursos para la corrección de los ojos
A la hora de corregir algunos aspectos de los ojos se pueden llevar a cabo una serie de técnicas, empleando productos de maquillaje profesionales como sombras de ojos o delineadores, entre otros.
Algunos de estos recursos son:
– Modificación de la línea por medio de los delineadores o de micropigmentación.
– Modificación de la forma y potenciación del color de la pupila a través de las sombras.
– Dar más fuerza e importancia a la expresión de la mirada, abriendo o rasgando los ojos mediante el uso de máscara de pestañas.
– Cambiar la expresión y aportar fuerza a la mirada a través de la modificación de las cejas en cuanto a color, línea o grosor, entre otros.