La esponja de maquillaje es el instrumento idóneo para conseguir un maquillaje profesional de calidad. Ahora bien, existen una gran variedad de esponjas y formas y cada una cubre una necesidad concreta. Según el efecto que quieras conseguir, utilizarás una u otra.

La función principal de las esponjas es aplicar y difuminar un producto de maquillaje. En general, la gran diferencia entre esponjas acostumbra a ser el diseño y el material con el que se ha fabricado la esponja. Por lo que según lo que busquemos, optaremos por un diseño y material u otro.

 

Tipos de esponja de maquillaje

Esponja de maquillaje de terciopelo

Esponja de maquillaje de microfibra con una apariencia similar al terciopelo. Es ideal para aplicar maquillaje fluido, polvos bronceadores, iluminadores o coloretes según el rostro. Ayuda a aplicar el producto con precisión y difumina a la perfección, permitiendo manejar el producto a la perfección tanto en seco como en húmedo.

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Esponja de maquillaje de silicona

Una esponja totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en maquillaje, no es porosa, sino impermeable, por lo que no se desperdicia nada de producto durante su uso.

 

Esponja tipo huevo

Esta esponja fue la que revolucionó el concepto de esponja de maquillaje al que estábamos acostumbrados hace un tiempo. Su material poroso con el que está diseñado permite conseguir un acabado efecto aerógrafo increíble. Puede utilizarse en seco y en húmedo y es la preferida de los profesionales del maquillaje. ¿Por qué? Porque retiene la cantidad justa de agua para conseguir un maquillaje de lo más natural y uniforme. Cuanto más se humedezca, más natural será la cobertura. Además, su forma nos permite trabajar todas las áreas del rostro sin problemas, dejando un acabado uniforme.

 

Esponja de maquillaje anatómica

Esponja especialmente creada para dejar un acabado profesional y un cutis perfecto. Puede utilizarse tanto para la aplicación correctores como para aplicar la base de maquillaje perfecta. Su forma anatómica asegura una completa adaptación a los contornos de la cara. La terminación en punta, permite cubrir la zona del contorno de los ojos, la nariz y la boca. El extremo redondeado se adapta a cualquier tipo de rostro proporcionando un resultado homogéneo.

La esponja de maquillaje anatómica puede utilizarse en seco o en mojado, siempre con toques o con movimientos rotatorios. En seco absorbe más producto y el acabado es más cubriente. Humedeciendo la esponja se economiza más en producto y se consigue un maquillaje suave y natural.

Esponja cilíndrica de látex

Utilizada para aplicar y extender fondos de maquillaje. Pueden absorber distintas cantidades de producto, ya que su forma es variada y su poro puede ser más o menos cerrado. No se recomiendan para personas con piel sensible.

Esponja clásica

La de toda la vida. Acostumbran a tener una forma triangular o redonda y plana, similar a un disco. El acabado que proporcionan no es el mismo que las anteriores mencionadas, ya que acostumbran a dejar líneas de maquillaje sobre el rostro y el resultado es desigual. Para conseguir un resultado más óptimo, se recomienda humedecerlas. Son mucho más baratas, pero se consideran de un solo uso, por lo que, a fin de cuentas, nos sale más a cuenta hacernos con alguna de las anteriores.

 

¿Cómo cuidar una esponja de maquillaje?

Todas aquellas esponjas que no sean de un solo uso, no solo son una alternativa ecoamigable, sino que también nos ofrecen un acabado mucho mejor. Ahora bien, para conservarlas en perfecto estado, se recomienda limpiarlas después de cada uso, asegurando así la conservación del material durante un período de tiempo mayor.

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Limpia la esponja con jabón líquido

Humedece la esponja con agua tibia y exprímela para retirar el exceso de agua, aplica una gota de jabón líquido suave y ayúdate de los dedos para que la esponja absorba todo el jabón. Luego enjuágala con agua tibia y exprime el exceso de agua repitiendo el proceso hasta que no salga ni una gota de jabón. Para evitar que se rompa, cuando la aclares, exprímela siempre con delicadeza, evitando torcerla o pellizcarla. Exprime todo el exceso de agua y déjala secar en una toalla limpia. Cuando la esponja vuelva a su estado natural, ya podrás utilizarla de nuevo.

Lava tu esponja reutilizable al menos una vez a la semana. Y si acostumbras a tener acné, te aconsejamos que la laves después de cada uso para evitar que aparezca más acné.

 

Guarda la esponja por separado

Para prolongar la vida útil de la esponja y evitar que se desarrollen bacterias en su interior, trata de guardar la esponja en un lugar fresco y ventilado. No la cierres en tu neceser junto a los demás productos de maquillaje.

Cambia la esponja de maquillaje con frecuencia

Aunque las esponjas de maquillaje sean reutilizables y de calidad y las laves de forma diaria, es recomendable cambiarlas cada 3 a 4 meses. Y en el caso de las esponjas de maquillaje de un solo uso, ten en cuenta que no están diseñadas para varios usos, porque pueden albergar bacterias que causen infecciones o erupciones en el rostro, así que… ¡recuerda! Después de usar una esponja de espuma, ¡tírala!

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